Calcular los gastos indirectos de una empresa es una tarea importante para cualquier economista financiero, ya que estos costos pueden tener un impacto significativo en la rentabilidad y, por lo tanto, en el éxito de la compañía. Los gastos indirectos incluyen una amplia variedad de costos que no están directamente relacionados con la producción de bienes o servicios, como los costos de administración, los gastos de marketing y publicidad, los costos de alquiler y los costos de electricidad y agua, por ejemplo.
El primer paso para calcular los gastos indirectos de tu empresa es identificar todos los costos que no están directamente relacionados con la producción de bienes o servicios. Esto puede incluir costos fijos y variables. Algunos ejemplos de gastos indirectos comunes incluyen:
Una vez que se han identificado los gastos indirectos, el siguiente paso es asignarlos a la producción de bienes o servicios. Esto requiere cierto nivel de estimación y suposiciones, ya que no siempre es obvio cómo se relacionan estos gastos con la producción.
Para hacerlo, es útil dividir los gastos en dos categorías: gastos indirectos fijos y gastos indirectos variables. Los gastos indirectos fijos son aquellos que no cambian independientemente del volumen de producción. Estos gastos generalmente se dividen por el número de unidades producidas para obtener un costo indirecto por unidad productiva. Por otro lado, los gastos indirectos variables son aquellos que varían según el volumen de producción. Estos deben asignarse directamente al costo de producción de cada unidad.
Para asignar los costos indirectos fijos a la producción, hay dos métodos comunes que se pueden usar dependiendo de la situación en particular:
Este método implica tomar el costo total de los gastos indirectos fijos y dividirlo por la producción total. Este costo se asigna entonces a cada unidad producida dividiendo el costo total por el número total de unidades producidas. Por ejemplo, si los costos indirectos fijos totales son de $25,000 y hay 10,000 unidades producidas, el costo indirecto fijo por unidad es de $2.50.
Otro método común para asignar costos indirectos fijos es mediante el uso de la mano de obra directa. Esto implicaría sumar el costo total de la mano de obra directa y multiplicarlo por un porcentaje que refleje el costo indirecto fijo. Por ejemplo, si el costo total de la mano de obra directa es de $100,000 y el porcentaje de los costos indirectos fijos es del 25%, los costos indirectos fijos totales serían de $25,000.
Con los costos indirectos variables, el cálculo es un poco más sencillo. Cada costo debe asignarse directamente a la producción, dividiendo el costo total por el número de unidades producidas. Por ejemplo, si los costos indirectos variables totales son de $10,000 y se producen 10,000 unidades, el costo indirecto variable por unidad es de $1.00.
Una vez que se han asignado todos los gastos indirectos a la producción, es posible calcular el costo total de producción. Para hacerlo, simplemente se suma el costo directo de la producción (materiales y mano de obra directa) y el costo indirecto asignado a cada unidad producida.
Una vez que se ha calculado el costo total de producción, es importante analizar los resultados. Si el costo es mayor que el precio de venta, esto puede indicar que los precios de venta deberían aumentar, o que se deben realizar ajustes en los gastos indirectos para aumentar la rentabilidad.
Si el costo es menor que el precio de venta, es posible que se estén generando ganancias. Sin embargo, es importante seguir monitoreando los gastos directos e indirectos y realizar ajustes cuando sea necesario para maximizar las ganancias.
Calcular los gastos indirectos de una empresa es fundamental para entender el costo total de producción y la rentabilidad de la compañía. Al seguir los pasos descritos anteriormente, es posible asignar los gastos indirectos de manera precisa y analizar los resultados para tomar decisiones informadas sobre precios de venta, ajustes de gastos y otros factores críticos para el éxito empresarial.